Laura Nicholls vuelve a sus raíces: del baloncesto al balonmano
Laura Nicholls, destacada jugadora cántabra y tres veces campeona de Europa con la selección española de baloncesto, ha decidido dar un giro a su carrera y volver al balonmano, deporte que jugó un papel clave en sus inicios. Con 35 años y 1,90 metros de altura, Nicholls ha sido una figura destacada en el baloncesto, donde ha conseguido numerosos títulos, entre ellos una medalla de plata en 2016. en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Laura creció en un ambiente familiar relacionado con el deporte; Su padre era jugador y entrenador de balonmano en Colindres, cerca de Laredo. Desde temprana edad, Laura se dedicó a diversas disciplinas, entre ellas la natación, la gimnasia rítmica y el tenis de mesa, pero inicialmente mostró su talento en el balonmano. Sin embargo, tras recibir comentarios negativos sobre su desempeño, optó por el baloncesto, donde rápidamente logró destacar.
A pesar de su difícil comienzo en el baloncesto, Laura se incorporó a la Residencia Blume, donde entrenó desde los 14 a los 18 años. Su carrera profesional despegó con la adquisición del Celta de Vigo, y a partir de ahí se convirtió en una jugadora clave de la selección nacional, acumulando un total de 197 partidos y numerosas medallas en campeonatos internacionales.
En mayo de 2021, Nicholls anunció su retirada temporal del baloncesto, motivado por situaciones personales que le impedían dedicarse de lleno a la selección. Durante esta época se involucra en política, siendo elegida concejala del Ayuntamiento de Santander, aunque decide dimitir para centrarse en su familia, sobre todo por la frágil salud de su abuelo.
Tras un tiempo en las canchas, Laura decidió regresar a este deporte, esta vez al balonmano, donde competirá con el Uneatlántico Pereda en División de Honor Oro, la segunda división del balonmano femenino en España. Según el club, Laura siente que hay «espinas que se quedan clavadas» y volver al balonmano es una forma de curar esas viejas heridas.
La historia de Nicholls no es un caso aislado en el deporte español. Otro deportista, Borja Vidalis, que pasó del baloncesto al balonmano, dejó su huella en ambos deportes. Vidal empezó a jugar en la cantera del Joventut antes de pasarse al balonmano, donde tuvo una exitosa carrera internacional, incluso en 2015. Con la selección española se proclamó subcampeón del mundo.
Para Laura Nicholls, volver al balonmano significa no sólo un regreso a sus raíces, sino también una nueva oportunidad de disfrutar del deporte que siempre ha estado en su vida. Con su experiencia y talento, se espera que haga una contribución significativa a Uneatlántico Pereda y continúe inspirando a futuras generaciones de atletas en su comunidad. Al comenzar este nuevo capítulo, los fanáticos del deporte observarán su desempeño y cómo se adapta a este cambio de dirección en su carrera.
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